Afortunadamente es cada vez más usual en España que aparezcan iniciativas adecuadas para acoger a niños de 0 a 3 años.
Sin embargo aún estamos lejos de disfrutar de la oferta que hay en otros países europeos, como Dinamarca, Suecia, Italia, Alemania...
Aún es demasiado común que todo lo que tengamos cerca sean lugares (llamados guarderías), donde se sobreestimula intelectualmente a los bebés; se les sienta o inmoviliza antes de tiempo en detrimento del movimiento natural; se les insta a tener prisa por pasar a la siguiente fase evolutiva y se les expone a una exagerada ensalada de ruidos, imágenes, colores y estridencias.
Asimismo cada vez es más común que los colegios acojan bebés de 0 a 3 años, chantajeando a las familias además alegando que si no los matriculan desde bebés luego no tendrán plaza.
Esto provoca que se “academice” la educación y la atención de 0 a 3 años. Lo cual es un grave error.
Todo ello bajo la falsa explicación de que esos ambientes favorecerán su desarrollo posterior, sus resultados académicos, su inteligencia...
Desgraciadamente para los niños que pasan muchas horas al día durante su primerísima infancia en lugares así, no sólo no logran lo que se promete (más inteligencia, por ejemplo), sino que en muchas ocasiones sufren:
- Desórdenes del sueño (por demasiada exigencia intelectual antes de tiempo), que interfieren directamente en la formación de su cerebro, en el lenguaje, en la capacidad para escuchar su cuerpo y sus necesidades (incapacidad para relajarse, por ejemplo)
- Imaginación mermada o casi inexistente, provocado por el impedimento del movimiento libre y natural que todo ser humano necesita desde que nace y hasta los 7 u 8 años. Los niños aprenden moviéndose, jamás sentados (a partir de la educación primaria es otra cosa bien distinta).
- Problemas de espalda, pies, articulaciones y músculos, torpeza motriz e hiperactividad provocados por un exceso de posturas inadecuadas a su edad.
- Problemas posteriores en la lectura, escritura y cálculo, provocados por una lateralidad no afianzada en todo el cuerpo en su conjunto y no sólo como algo teórico (¿qué es algo teórico para un niño de 1 año...?)
- Agitación, irritabilidad, consumo exagerado (de juguetes, televisión, azúcares refinados...)
- Poca iniciativa y falta de autonomía: necesidad completa del adulto para realizar cualquier actividad, incluso aquellas en las que no sería necesaria la intervención de los padres. De este modo demasiados niños no hacen nada solos, ni jugar, ni comer, ni observar.... nada.
- Falta de autoestima y seguridad en sí mismos por estar forzado continuamente a llegar más allá de donde aún es capaz: niños que caminan sin gatear, se sientan sin saber tumbarse, permanecen sentados horas sin aún saber sostenerse...
La etapa de 0 a 3 años es la más sensible de la vida y en ella se forjan aspectos imprescindibles para una vida plena y feliz.
No recordamos nada de los tres primeros años porque todas las vivencias quedan impresas en nosotros de manera mucho más profunda e inconsciente y, por lo tanto, más importante.
Hay que comprender qué necesidades tiene un bebé hasta los tres años y ofrecerle el mejor lugar para que estas necesidades sean satisfechas plenamente.
Si hacemos de los bebés “pequeños universitarios” les estaremos robando su derecho a desarrollarse plenamente, a crecer felices, a aprender a volar. Les estaremos robando la etapa más importante del resto de su vida.
Decíamos al principio que afortunadamente cada vez hay más lugares adecuados. Seguro que más o menos cerca de nuestra casa o de nuestro lugar de trabajo tenemos un buen lugar para que nuestro bebé esté mientras trabajamos. Un lugar específico de 0 a 3 años y en el que las maestras estén formadas plenamente y tengan una grandísima vocación y conocimiento de esta etapa, de modo que no se confundan las necesidades y se ofrezca a los bebés de 0 a 3 aquello que necesitan.
Si vives cerca de Torrelodones tienes muy cerquita el lugar perfecto:
LaLibélula
Aprendiendo a volar...
91 859 57 81
www.lalibelula.com
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